domingo, 16 de febrero de 2020

Ponton de la Oliva-Presa de la Parra.14,Febrero 2020




Unas fotos de Marisa, Encarni, Agripina, Pedro Arroyo,  Lucio, Jose Mari, J.Violero, J.Bermejo y Astorga  y la crónica de Isaac.
Para el recuerdo de esta salida.

a.astorga









AMIGOS MAYORES DE SENDERISMO TORREJON DE ARDOZ
PRESA DEL PONTON DE LA OLIVA (14 Febrero 2020)


Reciente todavía en nuestras mentes y retinas la belleza del cañón del río Guadalix, recorrimos en esta ocasión otro cañón que no le anda a la zaga en cuanto a belleza, se trata del cañón del río Lozoya.
El murmullo de las aguas cristalinas del río y los cortados de piedra caliza que le escoltan, componen una sinfonía natural en este rincón de paz, que es la ruta de senderismo por la que fue la primera infraestructura construida para llevar el agua del río Lozoya a Madrid capital.
Comenzamos nuestra ruta en el lugar donde se encuentran los restos de la ermita de la Virgen de la Oliva, construida entre los siglos XII-XIII en estilo románico-mudéjar, conservándose únicamente el ábside de la primitiva iglesia.
Pronto llegamos a la presa del Pontón de la Oliva, encargada por el ministro Bravo Murillo a los ingenieros Juan Rufo y Juan de Ribera para abastecer de agua a Madrid e inaugurada en el año 1858 por la reina Isabel II, con la llegada del agua a la fuente de la calle de San Bernardo. En la construcción trabajaron más de 4.000 personas, la mitad de ellas presos de las Guerras Carlistas. La vida de la presa fue muy corta, debido a las pérdidas de agua por las filtraciones provocadas por el terreno calizo de la zona.
Continuamos río arriba por la margen derecha, caminando a la mitad de la ladera del cañón y recorriendo los diferentes meandros que hace el río en su recorrido. Desembocamos en una pradera de un verde reluciente que adorna el cauce del río, donde encontramos fresnos centenarios, olmos, alisos y chopos.
Seguimos por un camino más ancho pasando por la pequeña presa de Navarejos, construida de forma urgente en 1860 para poder tomar agua del río, ante el problema con la presa del Pontón de la Oliva. Llegamos hasta la presa de la Parra (1904), aguas arriba, lugar en el que comenzamos, por la misma senda por la que habíamos ido, nuestro regreso al punto inicial.
De vuelta al cañón un grupo de buitres volando en círculo, parecían alegrarse de nuestra presencia. Ruta fácil, agradable, llena de encanto, lugar abandonado para el objetivo con el que nació, pero en el qué debido a su belleza, el senderista capta y goza fácilmente de la sensación de paz que nos transmite la naturaleza …
Isaac













Nuestro Equipo de Ingenieros   ( Gracias chicos )




¡¡¡¡ Siempre contamos con vosotros ¡¡¡¡








































3 comentarios:

  1. Hoy acabo de oír a mis compañeros que fue una de las mas bonitas marchas que hemos hecho, no puedo decirlo por experiencia, pues no estuve. Pero reconozco que las fotos y las vistas son preciosas, incluso el equipo de ingenieros arreglando caminos. "Pero si no nos falta de nada"
    Bravo por el equipo

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  3. El comentario anterior ha sido eliminado a petición de Pedro Arroyo

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