En
un día soleado, con una temperatura primaveral que invitaba a caminar, nuestra
ruta transcurrió por el Cerro del Tío Pío, parque situado en el barrio de
Numancia, dentro del distrito de Puente de Vallecas.
Este
parque conocido popularmente como el de “Las
Siete Tetas”, debido a las formas de sus colinas, tiene una extensión de
casi 16 hectáreas y fue inaugurado en el año 1987. Se caracteriza por alturas y
pendientes, con extensas superficies de praderas y alineaciones de arbolado,
donde destacan el pino piñonero, las acacias de tres espinas y las moreras.
Lugar
ideal y sugerente mirador para disfrutar de los atardeceres de la ciudad de
Madrid. Desde este parque el pintor Antonio López comenzó a pintar su cuadro
titulado “Madrid desde Vallecas”, que
se conserva en el Parlamento regional.
Presidiendo
el gran mirador nos encontramos con la escultura conceptual o abstracta,
titulada “Rectángulo real ilusorio”
obra del escultor gaditano Enríquez de Salamanca, realizada en acero inoxidable
y corten, principal elemento ornamental del cerro.
La
historia de este parque está unida al origen del chabolismo en la ciudad de
Madrid. El poeta Pedro Garfias dedicó un libro de poemas a este cerro y en el
prólogo del libro lo define como “el símbolo
de todos los suburbios de España, de todos los suburbios del mundo”.
Su
nombre se debe a que en el año 1916 Pío Felipe Fernández, natural de
Piedralaves, construye la primera casa, donde guardaba el carro y las mulas
para la recogida de chatarra y basuras. Esto le permitió ganar dinero, que
empleó en la compra de terrenos, que más tarde alquilaba o vendía, para que inmigrantes
de otras provincias españolas construyeran allí chabolas sin licencia y en
terreno rústico.
En
los años 60 llegaron a vivir más de 4.000 vecinos sin agua y sin luz en unas condiciones
de pobreza y de insalubridad. Las acciones reivindicativas de asociaciones
vecinales consiguieron que a partir del año 1979 se fuera produciendo el
realojamiento de las familias y la transformación del lugar, a partir del año
1985, en un parque con siete colinas artificiales.
Con
un tiempo excepcional y un paseo relajado y tranquilo, a pesar de las subidas,
disfrutamos de un parque más de Madrid, aderezado con un poco más de conocimiento
de su reciente historia …
Isaac