Con
un cielo encapotado y una temperatura fresca, para la época del año en la que
estamos, comenzamos la ruta en Bustarviejo, pueblo que se asienta en la
vertiente sur de la Sierra de Guadarrama, en un entorno natural de gran valor
medioambiental, en plena Sierra Norte de Madrid.
Caminamos
en dirección sur, hacia la Vereda de Navalafuente y después de dejar a nuestra
derecha la Fuente del Abrevadero, llegamos al paraje popularmente llamado como
la Dehesa Vieja.
Desde
muy antiguo, este lugar, ha sido siempre una dehesa boyal y existen documentos
del siglo XIV que así lo atestiguan, un prado comunal destinado a la
alimentación del ganado de labor, donde podían pastar bueyes y otros animales
de tiro.
Entre
los años 1944 a 1952, en este paraje, existió un Destacamento Penal, conocido
como Los Barracones, construido para alojar a presos republicanos de la Guerra
Civil, que construían en esta zona la línea férrea Madrid-Burgos. Los presos
por cada día de trabajo descontaban otro de su condena y recibían una cantidad
de 50 cts. al día para gastos.
Las
familias podían también residir en este lugar penitenciario, en unas
instalaciones que existían frente a los barracones. La mujer del preso recibía
2 pts. al día y dos más por cada hijo menor de quince años, que tuviera.
Esta
línea férrea de una sola vía de ancho ibérico y 282 km de longitud, se comenzó en
el año 1926 en tiempos de la dictadura de Primo de Rivera. Fue inaugurada en
julio de 1968 y dejó de estar en servicio en el año 2011.
Después
de la dehesa, el camino comienza a ascender entre robles y jaras, para al
llegar a la parte más alta, donde se tiene una gran panorámica de Valdemanco,
la Cabrera y Cabanillas de la Sierra. Fue en esta parte donde nos vimos
acompañados de un chaparrón.
A
partir de aquí, un camino descendente entre una eclosión de flores blancas de las
jaras, nos llevaría a Navalafuente, con la Sierra de la Morcuera y la Sierra de
la Cabrera, al fondo.
Continuamos
por una vereda entre dehesas y encinas hasta Cabanillas de la Sierra, situado
en una estribación rocosa de la Cuerda Larga, donde dimos por finalizada la marcha.
Disfrutamos
de una gran ruta, en un paraje inigualable como es la Sierra Norte de Madrid, pues
la belleza del paisaje rocoso, se vio ensalzado por el verdor de las dehesas y
la floración de las jaras…
Isaac
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