En
una mañana con cielo cubierto, algo de viento, pero con una temperatura no
demasiado fría para caminar, realizamos la ruta desde Torrejón hasta el búnker
de los Berrocales, situado al sur del municipio de Paracuellos del Jarama.
Cruzamos
el puente sobre la A-2, para dirigirnos al camino que nosotros hemos dado en
llamar de “Los Almendros”, pero que en realidad es un tramo de la Cañada Real
Galiana, también denominada como Cañada Real Riojana. Esta vía pecuaria viene
desde el sur de la Rioja y atraviesa las provincias de Soria, Guadalajara,
Madrid, Toledo y Ciudad Real.
A
ambos lados del camino hasta llegar a “Los Almendros”, daba gusto ver las
tierras de cereal labradas y ya las plantas comenzando a despuntar, puro campo
productivo. Los almendros, algunos ya en flor y otros a punto de florecer.
Cruzamos
el puente sobre la M-50, tomamos el camino dirección a Paracuellos. En este
tramo ya el campo no presentaba tan buen aspecto, la mayoría de las tierras se
encontraban en situación de barbecho. Queremos pensar que no estén abandonadas,
sino en situación de recuperación, acumulando humedad y materia orgánica, para
obtener mejores resultados cuando vuelvan a ser cultivadas.
Continuamos
por el camino hacía el arroyo de la Pelaya, y tras cruzar la carretera que va a
la urbanización de los Berrocales, iniciamos una subida que nos llevó al cerro
de “Las Zorras”, donde se encuentra el búnker camuflado en el terreno.
Este
fortín es un nido de ametralladoras a 679 metros de altitud, elevado 100 metros
sobre el aeropuerto de Barajas y está construido de hormigón armado en forma de
L.
Está
documentado que entre 1901 y 1926 tuvieron lugar maniobras militares en
Paracuellos, aprovechando lo abrupto del terreno. A las maniobras del año 1918
acudió el rey Alfonso XIII y el presidente del Gobierno, general Primo de Rivera.
España estaba inmersa en la conocida como Segunda Guerra de Marruecos y el
búnker se construyó como un elemento más para el entrenamiento de las tropas
españolas que irían a luchar a Africa.
Terminamos
la ruta regresando desde el búnker a Torrejón por el mismo camino. Marcha
tranquila, observando los campos de cultivo y tomando conciencia de la necesidad
de la agricultura. Por suerte, a pesar de las nubes amenazantes, no nos llovió …
Isaac