Formando
parte del Parque Regional del Sureste de la Comunidad de Madrid, espacio
protegido situado a lo largo del curso medio-bajo de los ríos Jarama y
Manzanares, se encuentra un conjunto de lagunas artificiales en Velilla de San
Antonio.
Estos
humedales surgen a mediados de los años setenta, como consecuencia de la
extracción de áridos en la zona. A lo largo del tiempo, el río ha ido
transportando arenas, gravas y arcillas, materiales caracterizados por su
permeabilidad. Cuando la extracción del árido se realiza por debajo del nivel
freático, aflora el agua y tiene lugar la formación de la laguna.
Nuestros
pasos se encaminaron ésta vez, a la senda de las lagunas, para conocer las más
importantes, así como para disfrutar de la flora y la fauna de este ecosistema.
La proximidad del río Jarama, una vez recibido sus afluentes Henares y Lozoya,
facilita que el nivel freático esté muy próximo a la cota del terreno.
La
primera parte de la ruta fue circular, por la margen izquierda del Jarama llegamos
al humedal de “Miralrío”, donde la
vegetación es de ribera, tarays, carrizos y chopos. Pudimos observar ejemplares
de Focha común, Pato cuchara y Gansos del Nilo, especie invasora invernante. Tras
rodear la laguna por su cara oeste, regresamos a Velilla, a un área recreativa.
Por
la senda del antiguo polígono industrial, comenzamos la segunda parte de la
ruta, para llegar en primer lugar, a la laguna municipal de “El Raso”, donde a lo lejos divisamos
patos y somormujos.
Continuamos
por la franja de tierra entre el río y las lagunas, para llegar a la laguna del
“Picón de los Conejos”, donde algún
Cormorán secaba su plumaje al sol. Por la senda paralela al río y con los
cortados yesíferos en la otra margen, bordeamos la laguna por un bosque de
ribera, donde abundan tarays, chopos, sauces y algún freno.
Tomamos
el brazo de tierra entre las lagunas del “Picón
de los Conejos” y “El Raso”, para
volver al punto de inicio del camino paralelo al río, por el que regresamos a
Velilla.
Agradecemos
a Angel, de Dolmen, las explicaciones dadas durante la ruta, sobre las distintas
especies existentes de flora y fauna.
Disfrutamos
de una ruta sencilla, de dificultad baja, relajante, que discurre en su mayor
parte por un bosque de ribera, donde lo importante es la contemplación de estos
humedales y de las especies que allí habitan…
Isaac

No conocía este lugar, y ¡Mira que lo tenemos cerca! Ha sido precioso, en el que hemos pasado un día fantástico, rodeado de amigos y de Naturaleza.
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