Semana
intensa la vivida en el viaje de historia, arte, naturaleza y gastronomía, que
realizamos a las tierras del viejo Reino de León, que históricamente transcurrió
desde el año 910 con García I, como primer rey, hasta el año 1230 con Alfonso
IX, como último.
El
nombre de León deriva del latín legio,
que significa legión, haciendo referencia a los asentamientos romanos por parte
de la Legio VII Gemina y la Legio X Gemina, que darían lugar respectivamente
a las ciudades de León y Astorga, en el siglo I a.C.
Recorrimos
cinco comarcas, desde el Bierzo al oeste, hasta Tierra de Campos en el este,
pasando por la Maragatería, Tierras de León, en el centro, y la Montaña al
norte.
Astorga,
en la comarca de la Maragatería, nos permitió admirar su catedral, con mezcla
de estilos, desde el gótico florido, hasta el neoclásico, además del renacentista
y el barroco. En este lugar, no podía faltar la visita, al bello Palacio
Episcopal de estilo neogótico, obra de Gaudí y a las ruinas romanas de lo que
fue Asturica Augusta.
El
Bierzo, desde el punto de vista artístico, tiene dos centros importantes,
Villafranca del Bierzo, con la iglesia románica del siglo XII y su puerta del
Perdon, el castillo de los Marqueses de Villafranca, del siglo XVI y la colegiata
de Santa María, obra renacentista del mismo siglo. El otro centro es Ponferrada,
con su castillo de la Orden del Temple del siglo XII.
León
capital, impresiona con su catedral de un puro estilo gótico, destacando sus
vidrieras. San Marcos, antiguo hospital de peregrinos, que fue regentado por la
Orden de Santiago, presenta una de las fachadas más destacadas del renacimiento
español. En la basílica de San Isidoro, visitamos su museo y el Panteón Real,
obra cumbre del románico tanto en escultura, como en pintura.
El
capítulo de Naturaleza, lo puso la Montaña de Riaño, estribaciones de los Picos
de Europa, con el paisaje espectacular de los fiordos leoneses, contemplados
desde el paseo en barco por el embalse, en las aguas procedentes del río Esla. De gran belleza fueron también las Hoces de
Vegacervera, originadas por el río Torío y la Cueva de Valporquero por la
diversidad de formaciones geológicas
Sahagún,
en la comarca de Tierra de Campos, nos permitió contemplar el románico mudéjar en
sus iglesias de San Tirso y San Lorenzo y el monasterio de Santa Cruz, donde
descansan los restos de Alfonso VI y de cuatro de sus esposas.
El
aspecto gastronómico tampoco fue descuidado, dando buena cuenta de un abundante
cocido maragato, de su afamado botillo y de sus embutidos ibéricos. Como
colofón del viaje, ya en tierras palentinas, degustamos un rico lechazo,
servido al estilo medieval, en Villalcázar de Sirga, a los pies de la Virgen
Blanca, a la que cantara Alfonso X el Sabio, en sus famosas Cantigas, poniendo fin
a un nuevo viaje, donde hubo para todos los gustos…
Isaac











































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